Cantabria es una región muy rica culturalmente, y destaca por su patrimonio inmaterial. No se puede entender nuestro entorno sin las tradiciones y costumbres que constituyen la memoria viva de las generaciones que nos precedieron, por eso recogemos y protegemos tantas.
Con una gran cantidad de Fiestas declaradas de Interés Turístico, hoy nos vamos a centrar en las declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional.
- La Vijanera – Silió (primer domingo del año)
Por orden cronológico, la primera en ser celebrada cada año es la Vijanera. No solo tiene este puesto en nuestro ranking, sino que es el primer carnaval que se celebra en Europa. Toma lugar el primer domingo del año (siempre que no coincida con año nuevo) en la localidad de Silió (Molledo). El día comienza en torno a las 6 y media de la mañana con los jóvenes Zamarracos avisando y recorriendo el pueblo con el sonido de sus campanos y se alarga hasta pasadas las 6 de la tarde, cuando se dispersa la Vijanera continuando la fiesta hasta que el cuerpo de cada uno aguante. A lo largo de todo el día, se pueden observar una gran variedad de personajes, todos con su traje hecho a mano, de representaciones, ritos y símbolos como la captura y muerte del oso, la defensa de la raya o el canto de las coplas.
- Auto Sacramental y Cabalgata de Reyes – Santillana del Mar (5 de enero)
La Cabalgata de Reyes más famosa de Cantabria tiene lugar en Santillana del Mar. Esta, precedida por el Auto Sacramental, cuenta con un total de 13 escenas transcurridas en un total de 4 horas y media en las que toda la villa hace de escenario: se comienza representando la anunciación del Ángel Gabriel y se termina por la Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús. Una encarnación que nos hace viajar en el espacio y el tiempo y que es totalmente inmersiva para todos los asistentes. La participación en esta fiesta conlleva la participación de unas 500 personas entre las que se encuentran antorcheros, músicos, e incluso animales.
- Pasión Viviente – Castro Urdiales (Viernes Santo)
La Pasión Viviente se lleva a cabo el día de Viernes Santo, en la localidad de Castro Urdiales. Cada año, este día a las 10 de la mañana, el casco histórico de la ciudad se transforma en un escenario donde más de 600 vecinos reviven la Pasión de Cristo en 15 escenas: desde la Última Cena hasta la Crucifixión, muerte, descendimiento y resurrección. Con el paso de los años, esta fiesta ha ido tomando más y más importancia, hasta convertirse en una referencia dentro de las representaciones de la Pasión; hoy en día acuden más de 20.000 personas y muchas de ellas madrugan bastante para asegurarse tener buenos sitios sobre todo junto a la Explanada de Santa María, para la parte final de la representación.
- Batalla de Flores – Laredo (Último viernes de agosto)
Una fiesta que aglutina arte, belleza, tradición y espectacularidad. La Batalla de las Flores de Laredo nació en 1908 a orillas del mar, y cada año se celebra en esta localidad el último viernes de agosto: monumentales carrozas recubiertas con hasta 100.000 flores desfilan por las calles de la ciudad. Estas son clavadas una a una horas antes de ser vistas por el público en el desfile en el que se mezcla el público, los participantes y el confeti para que finalmente un jurado otorgue los premios finales.
- Encierro de Ampuero – Ampuero (5-8 de septiembre)
Los Encierros de Ampuero son un festejo popular taurino celebrado con motivo de la festividad de La Virgen Niña, la cual tiene lugar en la localidad de Ampuero a principios de Septiembre. El origen de esta fiesta se dio un año que una suda del río inundó la plaza de toros, por lo que tuvieron que trasladar a las vaquillas a una finca del pueblo, organizando un encierro improvisado. Este acto adquirió carácter tradicional y ha ido evolucionando hasta el día de hoy, que se inicia y finaliza en la plaza de toros de La Nogalera y todo el recorrido es visto por los espectadores.
- Fiesta del Orujo – Potes (segundo fin de semana de noviembre)
Es una de las fiestas más arraigadas de la provincia, cada año junta el segundo fin de semana de noviembre, en la villa medieval de Potes, a miles de personas dispuestas a degustar los orujos que elaboran las orujeras locales. Cada año se elige a un Ojurero Mayor, un personaje público que se encarga, entre otras cosas, del encendido de las alquitaras. Finalmente, se entrega el premio “Alquitara de Oro” a una de las ojureras de la comarca tras una cata a ciegas.
“Patrimonio cultural inmaterial significa las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades – así como los instrumentos, los objetos y artefactos, los espacios culturales asociados con los mismo que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconocen como parte de su legado cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación a generación, es constantemente recreado por comunidades y grupos en respuesta a su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, y les proporciona un sentido de identidad y continuidad, promoviendo de este modo el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana.”