Fiestas de Interés Turístico / Te recomendamos

GUERRAS CÁNTABRAS – Fiesta de Interés Turístico Internacional

Cantabria está en “Guerras” ¡Que la Historia vuelva a comenzar! Roma tiene una misión- llevar su civilización por todo el mundo- Hacer entender a los Cántabros que su tiempo ha terminado y tienen que someterse a Roma. Su tierra está en peligro. Sus gentes no lo consentirán. La rendición no es opción.

Se celebra el último fin de semana de agosto y el primero de septiembre en el municipio de los Corrales de Buelna, situado en la franja intermedia de los valles cantábricos, junto al río Besaya. Fiesta de marcado carácter histórico, donde Los participantes, unas 1.400 personas, todo el municipio volcado en este evento, recrearán la conquista de Cantabria a manos del Imperio Romano. Es una fiesta verdaderamente recomendable para todas las edades, se disfruta mucho en familia porque hay actividades para todos los públicos y en todos los horarios.

Se dividen entre integrantes de las legiones de Roma y tribus del pueblo cántabro que se escenifican en el campamento donde se instalan recreaciones de los asentamientos de ambos bandos con los uniformes y vestimentas de la época fielmente reproducidas. Interpretan el enfrentamiento a través de numerosos actos. Senado Romano, Consejo de Tribus, Entrega del Fuego del Hogar o la Boda Cántabra, talleres infantiles, mercado medieval, conciertos y un Desfile General como broche final.

 

En el año 29 a.C. el propio emperador romano Augusto se desplazara en persona desde Roma hasta las tierras del Norte de la Península Ibérica para dirigir la contienda, ya que eran estas tierras las únicas que mantenían la independencia de Roma. Los romanos avanzaban con lentitud dada la dificultad del enemigo que se refugiaba en sus castros, muy complicados de asaltar al ser una guerra de montaña, y tuvieron que adaptar sus campamentos militares y refugios a la orografía del terreno. El ejército romano ya tenía conocimiento del carácter guerrero de los pueblos del norte de la península ya que participaron en la segunda guerra púnica y  la calidad del enemigo forzó a traer 7 legiones (70.000 hombres) al conflicto.

Los cántabros preferían perder su vida antes que la libertad. Cuando se sintieron acorralados no quisieron entregarse con vida, sino que incendiaron sus murallas, se degollaron, e incluso familias enteras ingirieron un veneno de común acuerdo, -Las hojas del tejo– que contienen un  tóxico que provoca  parada cardiorrespiratoria.

Se suele citar a  Corocotta  como uno de los caudillos cántabros, del que se dice, se presentó ante los romanos para cobrar la recompensa que pesaba sobre su cabeza. Ante este gesto tan audaz, el emperador le dejó marchar. Cada año mejoran los atuendos con detalles que reproducen fielmente la época, y que hacen que los espectadores además de disfrutar, puedan aprender sobre el terreno, situaciones que podían perfectamente haber sucedido durante la época. El actual lábaro cántabro sería una interpretación moderna del estandarte utilizado por los Cántabros.